TAMAR: LA VOZ SILENCIADA

NORMA ESPERANZA MELARA MÉNDEZ


"La historia de Tamar, es una tragedia que nos invita a reflexionar

sobre el mal que existe en el mundo y sobre la importancia de la justicia."

 

La hermenéutica de la sospecha es una teoría de la interpretación que fue desarrollada por los filósofos Friedrich Nietzsche, Karl Marx y Sigmund Freud. Esta teoría sostiene que los textos no son simplemente representaciones de la realidad, sino que también son productos de los intereses y prejuicios de los autores.

A continuación, realizo una interpretación de la historia de Tamar según la hermenéutica de la sospecha, la cual podría centrarse en los siguientes elementos:

El papel de la mujer en la sociedad patriarcal. La historia de Tamar puede interpretarse como una crítica a la sociedad patriarcal[1], en la que las mujeres son consideradas como propiedad de los hombres. Tamar es una víctima del patriarcado, ya que es violada por su medio hermano y luego abandonada por su padre. Una crítica al patriarcado

En cuanto a desmontar el patriarcado y construir una sociedad distinta, MARCELO COLUSSI (2021), afirma:

“¿Dónde nos lleva el patriarcado? ¿Por qué no ser machistas? No solo porque los varones no tienen ningún derecho sobre las mujeres (¡que no son su propiedad, aunque todavía las mujeres casadas utilizan el genitivo «Sra. de Fulano»! o simplemente toman el apellido del esposo) sino —y quizá esto puede ser lo fundamental— porque el modelo de sociedades patriarcales que se ha venido construyendo desde que tenemos noticia, propiedad privada de por medio, ha estado centrado en la supremacía varonil”[2].

El papel de la religión en la opresión de las mujeres. La historia de Tamar también puede interpretarse como una crítica al papel de la religión en la opresión de las mujeres. Tamar es una víctima de la religión, ya que es obligada a casarse con un hombre que no ama y luego es condenada por la ley levirato.

En la entrevista a Nawal al saadawi (feminista egipcia), manifiesta:

“Las mujeres tienen que enfrentarse también al renacimiento de los fundamentalismos religiosos; ya sean islámicos, cristianos o judíos. En cualquier caso la mujer resulta oprimida. Las mujeres siempre están oprimidas por las religiones. Sufren problemas económicos, políticos, religiosos, problemas para casarse o problemas vinculados al velo”[3].

El papel del lenguaje en la construcción de la realidad[4]. La historia de Tamar puede interpretarse como un estudio del papel del lenguaje en la construcción de la realidad. Tamar es una víctima del lenguaje, ya que es estigmatizada como una prostituta después de su violación.

Aquí hay algunos ejemplos concretos de cómo se podría aplicar la hermenéutica de la sospecha en la historia de Tamar:

El hecho de que Tamar sea violada por su medio hermano puede interpretarse como una expresión de la violencia sexual que las mujeres sufren en las sociedades patriarcales.

ORMUSA, manifiesta lo siguiente:

“El Salvador se ubica como uno de los países con mayores índices de violencia contra las mujeres especialmente la sexual, representando el 93 % de las víctimas de violencia por medios sexuales, mientras que el 6 % son hombres. Con estos datos queda demostrado que de cada 100 personas que sufren este tipo de violencia, 93 son mujeres y 7 son hombres, con los que se puede comprobar que afecta especialmente a las mujeres, constituyendo una expresión del poder desigual que existe entre mujeres y hombres en las sociedades patriarcales como la salvadoreña”[5].

Según Amaral Arévalo en el FARO (2019), plantea:

“Uno de los casos más perturbadores conocidos en los últimos años fue el de Imelda Cortez. Desde los 12 años, había sido víctima de constantes violaciones ejecutadas por su padrastro, José Dolores Henríquez. Bajo amenazas de asesinar a su madre y hermanos, Henríquez logró que Imelda no dijera nada. Este silencio implicó que ella no contara a nadie que estaba embarazada, ya que, de hacerlo público, implicaba revelar la identidad del padre”[6].

El hecho de que Tamar sea abandonada por su padre puede interpretarse como una expresión de la falta de apoyo que las mujeres reciben en las sociedades patriarcales.

Según Claudia Espinoza de LPG (2023) manifiesta:

“Ormusa asegura que las madres reciben violencia económica por parte de los padres, por no pagar la cuota.

De acuerdo con datos de la Procuraduría General de la República (PGR), hasta septiembre de 2022 un total de 22,248 padres habían sido demandados ante la institución por no pagar cuotas alimenticias a favor de sus hijos, una cifra muy superior a las 446 madres que fueron demandadas en igual período. En su informe de rendición de cuentas de octubre de 2021 a septiembre de 2022, la institución gestionó un monto de $27,3 millones en concepto de cuotas alimenticias que beneficiaron a 33,608 niños y niñas”[7].

El hecho de que Tamar sea obligada a casarse con un hombre que no ama puede interpretarse como una expresión del control que los hombres ejercen sobre las mujeres en las sociedades patriarcales.

Según datos de la Asamblea Legislativa (2017), “En El Salvador, agosto 2017. El pasado 17 de agosto la Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó con 76 votos (de 84) erradicar el inciso segundo del artículo 14 del Código de Familia, prohibiendo así el matrimonio infantil y estipulando como edad mínima los dieciocho años”[8].

El hecho de que Tamar sea condenada por la Ley Levirato puede interpretarse como una expresión de la opresión legal que las mujeres sufren en las sociedades patriarcales.

Según Claudia Espinoza de LPG (2023) manifiesta:

“Las especialistas aseguran que la Fiscalía no prioriza los delitos sexuales porque "invisibiliza" a las mujeres y las políticas de seguridad de las autoridades son de "masculinización"[9].

El hecho de que Tamar sea estigmatizada como una prostituta después de su violación puede interpretarse como una expresión del poder del lenguaje para construir la realidad.

Según HEINRICH BÖLL STIFTUNG:

“La reciente condena de Evelyn, una joven que acaba de cumplir los 19 años, pone de nuevo en evidencia que en El Salvador, las mujeres se enfrentan a graves situaciones de misoginia, y que, en determinadas circunstancias, son sometidas a procesos de estigmatización que cierran sus proyectos de vida, debido a severas condenas y criminalización”[10].

La historia de Tamar según la hermenéutica de la sospecha podría ser una forma desafiante de entender esta historia. Lo anterior, nos ayuda a ver la historia desde una perspectiva diferente y a comprender mejor las formas en que las mujeres son oprimidas en las sociedades patriarcales.

NORMA ESPERANZA MELARA MÉNDEZ, EL SALVADOR

FUNDADORA CENTRO DE LIDERAZGO ADEKÚATE & AVANZA

norma.melara@gmail.com

ORCID: 0000-0002-3826-9676



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