IRMA OLIVARES RIVERA
"Que el sol te cobije y la luna te sane, que las estrellas te guíen y los vientos te limpien. Que las flores te animen y sus aromas te despierten, que las aves te canten y su vuelo te inspire".
(Anónimo)
Que profunda y sanadora es la Naturaleza, fuente de medicina y bienestar; y que poco nos detenemos a gozar de sus efectos curativos.
Que pedagogía encierran todos y cada uno de sus habitantes; un aprendizaje único e inagotable. Desde la búsqueda de salud y bienestar, la naturaleza es y será la gran farmaceutica; abierta por tiempos indeterminados y horas infinitas al servicio de esta humanidad nuestra. Siempre de turno en cualquier punto de la tierra, y lo mejor: gratis, no tenemos que desembolsar ni un solo peso. No exige costos elevados, ni ajetreos desenfrenados. No provoca daños colaterales ni altera nuestro organismo. Muy por el contrario sus aportes son beneficiosos y ricos en todo tipo de vitaminas, y es un regulador natural de varias hormonas que mantienen a nuestro cuerpo en un estado de paz, de estabilidad y conexión completa. Por lo tanto es SALUD y sin intermediarios.
Que maravilloso!!!!!! Desde el ámbito de crecimiento y sabiduría, es una escuela de alta excelencia; al servicio de la "Vida". Asombrosas metodologías que desde la contemplación y el agradecimiento nos transportan a lo más hondo y elevado de este misterio.
Como no agradecer todos estos regalos. La naturaleza siempre ha sido un llamado a la vida, siiiiiii!!!!, a vivir la plenitud, a vivir lo que somos... a vivirnos en presente. Si nos detenemos en ella con otra mirada; reposada, quieta, serena, tranquila, hacia lo infinito, nos daremos cuenta de que es un gran espejo que nos refleja en un Todo ... Gran llamado a la unidad.... a la totalidad. A vivir sin conceptos divisorios ni polaridades que nos angustian y enferman.
Es medicina ancestral, milenaria; ya nos lo han contado las antiguas generaciones. Legado potente. Pero que querrá de nosotros esta casa común como también se le denomina, además de nuestro cuidado y conciencia ecologica.
Como la respiración misma nos conduce a una experiencia honda; hacia el ejercicio de la inhalación, es decir ir hacia dentro... hacia lo que verdaderamente somos, para "conectarnos y reconectarnos" una y otra vez; nos quiere "enteros" no fragmentados, ni divididos, ni dañados.
Para mi es reconocer un tesoro que está allí a la intemperie, al abrir la ventana. Es acoger a manos llenas compañía, ternura, cariño, cercanía, delicadeza, sanación. Es Invitación a disponer de tiempo con corazón de niños, con capacidad de asombro, escucha atenta, con confianza absoluta en los procesos.
Requerirá ponernos al sol y sentir su calor, admirar una flor y maravillarnos por su hondura, escuchar el canto de un pájaro y disfrutar su sinfonía musical exclusiva, ver correr el río y sentir la fluidez y frescura del agua, contemplar las olas del mar y sentir el constante movimiento de la vida, admirar el vuelo de una mariposa y su belleza, observar como se posa la abeja en la flor trabajando para sostener la vida, oír el ronroneo de un gato ofreciendo cercanía y ternura, sentir el amor del perro como respuesta a las caricias, tocar las estrellas en una noche oscura donde ya no estás solo. La lista es interminable, solo hay que disponerse en el día a día; hay que atreverse.... hay que dejarse Ser. Vamos por una evolución y conciencia mayor.
IRMA OLIVARES RIVERA, CHILE
Bachiller en Ciencias Religiosas
Técnico enEnnfermería de Nivel Superior
Técnico en Vestuario Industrial
Artesana y creadora decorativa
Emprendedora: "Detallitos de Amor" Creaciones
Practicante Full de Risoterapia
Amante de la Naturaleza
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