* ALFONSO FRANCO ARBELÁEZ
“Bienaventurados el hombre y la mujer que no anduvieron en consejo de malvados, ni siguieron el camino de los impíos, ni se sentaron en silla de confabuladores”
RESPONSORIO:
HASTA CUÁNDO SEÑOR, HASTA CUÁNDO,
TANTO HORROR, TANTO DOLOR
HASTA CUÁNDO SEÑOR, HASTA CUÁNDO,
HARÁS JUSTICIA OH, DIOS
Líbranos, oh Señor, de los impíos, guárdanos de los soberbios,
Protégenos de la reunión de los cínicos
y los confabuladores,
Porque aguzan su lengua como serpientes y lanzan veneno de sus labios,
Y con sus lazos trastornan y truncan
los pasos de los justos. (Salmo 140).
Primero fueron los peninsulares arrogantes y bandidos.
Luego sus vecinos europeos,
por América como plaga se extendieron.
Con caballos, espadas y cañones,
con baratijas y espejos,
Engañaron, violaron y arrasaron
por miles y por cientos
Las vidas y los saberes de las grandes culturas de nuestros recios ancestros.
El dios de la cruz y el puñal iniciaba la gran expansión de su imperio.
Durante siglos robaron nuestro oro, secuestraron nuestros sueños,
Matando de trabajo, de hambre,
pero, sobre todo, de menosprecio
A indígenas y campesinos, a nuestros hermanos afros, mal-llamados “negros”
Y ante los primeros valientes, los primeros brotes de descontento,
Volvieron a engañar, traicionar,.. asesinando y desmembrando
A José Antonio Galán y al rebelde movimiento comunero.
Enquistados en su poder,
su reinado, supuestamente divinos,
Encarcelaron, humillaron, y sin pudor fusilaron o decapitaron
A cientos de mujeres y hombres,
mestizos, corazones fieros,
Que como Francisco José de Caldas,
se ofrendaron por su pueblo
Y completando su sevicia, ¡Oh Dios,
su lujuria autoritaria!
Sitiaron sin piedad de hambre y peste,
de enfermedad y muerte
A miles de cartageneros
en su más estoico esfuerzo.
Después nuestros propios hermanos, llamados los “nobles criollos”,
riquezas y poder heredados
en dos bandos se repartieron.
Bolivarianos y santanderistas,
centralistas y federalistas,
Hermano contra hermano, sin piedad,
sus espadas levantaron.
Guerra de la “patria boba”,
“guerra de los mil días”,
No hubo cuenta de la sangre,
no hubo cuenta de los muertos.
A cambio de reflexionar,
tratar de enderezar la historia,
Cayeron y recayeron en el mismo
o aun peor juego.
Arrinconando al indígena,
persiguiendo al cauchero,
Masacre en las Bananeras,
persecución a líderes obreros,
por la “libertad con Orden”,
políticos, burócratas, leguleyos,
y hasta obispos de pueblo, ¡por Dios! echando más leña al fuego.
Ante tanta ignominia surgió Gaitán,
líder nato, orador certero,
Cobarde premeditación, asesinato…
Bogotazo, vandalismo .
De nuevo Caín contra Abel, oh mi Dios, destrucción, incendio, infierno,
Ahora azules contra rojos,
“pájaros” contra chusmeros,
de odio irracional más de un lustro,
¡y más de 300 mil muertos!
Mientras arriba lavan sus manos,
se burlan, rezan y empatan,
el cacique, el militar, el contratista
y sus testaferros.
Para repetir la historia
en vez de frenar masacres y atropellos
Los mismos pactan Frente Nacional, nueva manguala de repartija y saqueo.
Con el pueblo aún más pobre,
¿como frenar el descontento?
Estatuto de Seguridad,
Escuela de las Américas,
procedimientos maquiavélicos,
“limpieza social” es la orden,
sea o no vagabundo, sea o no guerrillero,
Palacio de justicia, irreparable capítulo, ¡terror oficial dantesco!
Hay que barrer y limpiar, vigilar y castigar, “por la democracia, maestro”.
Futbol, novelones, reinados,
“distrayendo” siempre al pueblo,
Persecución, desapariciones, masacres, desplazamientos, secuestros,
Mapiripan, Bojaya, Montes de Maria,
El Salado, El Castillo, Urabá Antioqueño..
la UP y 80 más!
Mientras muchos políticos y empresarios, paras, narcos, ganaderos,
Celebran por lo alto, recuentan billones,
y ensanchan aún más sus linderos.
Luis C. Galán, Pardo Leal, Jaime Garzón, Hector Abad, Quintin Lame, M 19, la UP,
Asesinatos cobardes, magnicidios,
genocidios, impunidad…
pocos investigan por miedo.
Como la ambición rompe el saco, continúa del erario el descarado saqueo
De las tierras, los plantíos, las minas,
las planicies y los cerros,
De Lomalinda el uranio,
del Cerrejón el Carbón,
de Cerromatoso el niquel,
del agua de El Quimbo y de Hidroituango, Amazonas y Chocó mineros y madereros,
pueblos y territorios enteros
empobrecidos, arrasados
como sus patios traseros
despilfarro de regalías entre funcionarios
y extranjeros, jugosos megaproyectos,
destrucción de la “madre tierra”,
contaminación
de nuestro suelo y subsuelo,
lo que expertos cínicos,
descarados y corruptos,
alardean como “progreso”.
Llenan sus hipócritas bocas,
de “democracia y seguridad”, de libertad,
equidad, prosperidad para todos...
maquilladas por sus grandes medios,
y hasta de educación moral,
en tu nombre, Oh Dios, y el del pueblo
De dónde? De cuándo acá?, se creen dueños del país? Dueños de la verdad?
De la vida de sus congéneres? solo para mantener sus privilegios?...
Mientras a puerta cerrada traman,
falsos informantes, negocios turbios, mientras en la oscuridad confabulan, falsos positivos, asesinatos rastreros,
De líderes, lideresas, de jóvenes
y hasta niños, más de 8 mil!
tildados de guerrilleros.
De la Cacica Gaitana, Bencos Biohó, Alvaro Ulcue, hasta el último líder comunero,
De las Policarpas y Antonias,
hasta las Marias y Teresitas del pueblo,
De Monseñor Valencia y Camilo
a los catequistas de barro y cuaderno.
Escucha, oh Señor el clamor tumultuoso, atiende nuestro grito lastimero
Más de 500 balas cobardes,
contra nuestros líderes indefensos,
¡!No más sangre, no más muerte,
no más terror, no más miedo!!,
campesinos, jóvenes, mujeres,..
periodistas, defensores, obreros,
Jueces, soldados, policías, guerrilleros, estrato 6 o estrato 0?,
que importa, si somos todos hermanos, de la misma carne y hueso.
Desde lo profundo a ti clamamos,
Oh Señor, oye la angustia de tu pueblo,
A Ti Dios misericordioso, omnipotente, Dios compasivo, justo y bueno.
Nuestro pueblo está hastiado de corrupción, humillación,
del histórico desprecio
De poderosos a humildes, de indolentes a inocentesde los ricos por los pobres,
de tramposos sobre honestos,
De serpientes disfrazadas de palomas,
de sus títeres y sus vendidos leguleyos,
De cien años de soledad, pobreza
y abandono, y más de 500 de injusticia
y saqueo.
Hasta cuando Señor la injusticia,
hasta cuando Señor la tristeza?
Ya no hay cuidad, pueblo, montaña ni rio, Que no hayan llorado sus muertos.
Hasta cuando, Señor su avaricia,
hasta cuando Señor su cinismo?
Desenmascara sus falsas pantallas,
destruye sus sucios juegos,
Porque sabemos, Señor, que eres fiel
y que cumples tus promesas,
Porque darás la tierra a los justos,
y desarraigarás a los perversos.
Protégenos, Oh Dios, de los cínicos,
líbranos de los soberbios,ampáranos de los impíos, guárdanos de los violentos, En tu justicia confiamos
y en Ti ponemos nuestros sueños Porque “no hay nada oculto que no haya de ser descubierto”
Perdona Señor nuestra cobardía,
nuestro conformismo, nuestros miedos,
Aumenta Señor nuestra fe y esperanza, confiamos en tu regreso
Para exigir verdad, justicia y reparación, sin legalismos y enredos,
Para alabarte como hermanos
y saber que llega tu Reino.
Alfonso Franco Arbeláez, COLOMBIA. Comunicador social, Educador y músico popular. Docente de Educación formal y Asesor en Proyectos Sociales
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