*Kajkoj Máximo Ba Tiul[1]
Creado por los pueblos originarios “Kitu” (el Sol Recto). Ecuador o
Quito y Guatemala, tienen muchas razones que los unen y los hacen comunes. Somos
territorios con poblaciones originarias y negras. La pobreza y la extrema pobreza tienen color
de indio, de negro, de mujer, de niño, de niña, de anciano, anciana y
mayoritariamente de área rural. El
racismo, la discriminación, la xenofobia, la homofobia, genocidio, etnocidio,
epistemicidio, etc., son políticas de Estado y por eso las poblaciones
indígenas y negras viven en una especie como de apartheid de hecho.
La
migración tiene como causa el sistema capitalista neoliberal y la acumulación
de recursos en manos de unos pocos. El capitalismo clásico, así como el
neoliberalismo y el extractivismo, las políticas del FMI, del Banco Mundial y
de otros organismos financieros mundiales, que tienen su origen en el “Consenso
de Washington”, son utilizados como manuales económicos y políticos por gobiernos
corruptos y criminales como el presidente Lasso (Ecuador) y Giammattei
(Guatemala) y en detrimento de la ya paupérrima vida de la inmensa de la
población india y negra. Por eso, la
lucha por la refundación de estos Estados, debe hacerse bajo las relaciones de clase,
etnia, genero, pueblos, etc.
Si
durante la guerra fría, los militantes del comunismo, ya sea armados o no, fueron
considerados los enemigos del Estado, de los burgueses y del imperio
norteamericano, durante estas dos últimas décadas (2000 al 2020), los enemigos,
como lo fue durante la colonización española, son los indios, considerados como el “indio
salvaje”, “el indio vago”, “el indio terrorista”, “el indio enemigo de la paz y
de la democracia”, que son sinónimos del “indio salvaje y bárbaro”. Cuando estos indios toman conciencia, son considerados
desestabilizados del Estado de Derecho y entonces se les reprime, criminaliza, se
les encarcela o se les mata (Bolivia, Colombia, Guatemala, Ecuador).
En
estos países, desde la colonia para acá no ha cambiado en nada la situación de
los pueblos originarios. Sin importar
que los Estados estén dirigidos por gobiernos progresista, de derecha o de
extrema derecha, o que sean Estados Plurinacionales o Estado-Nación, siguen teniendo
un sistema político que mantienen las taras occidentales y coloniales y un
sistema económico de explotación. Al igual
que durante colonia; los pueblos originarios, siguen siendo no sujetos de
derechos, sino objetos de obligaciones, por lo consiguiente son “los nadies”,
como lo afirma la vicepresidente electa de Colombia, Francia Márquez[2], volviendo a pensar desde las
palabras de Eduardo Galeano.
En
estos países, hay de aquel indio que se subleve, que tome conciencia, que se
rebele, si antes era sacrificado como Tupac Amaru, Tupak Katari, Bartolina
Sisa, Manuel Tot, Atanasio Tz’ul, Manuela Sapon, los 400 indios choles
masacrados y otros, hoy son criminalizados, perseguidos, encarcelados y
calumniados y pensados como “peligro” para la seguridad nacional no solo de
América Latina, sino de los Estados Unidos, por eso, inventan que son aliados
del narcotráfico (Lasso) o son desestabilizadores de la democracia y del Estado
de Derecho (Giammattei).
Supuestamente
en los Estados Plurinacionales, los “indios recobrarían su dignidad”, pero que y
cuál dignidad, cuando un Estado Plurinacional, mata a los indios, como fue ahora
Ecuador y lo fue Bolivia, como cuando los “indios” reclamaban al gobierno del
MAS que no se destruyera el TIPNIS. De
tal forma que podemos estar ante un Estado Plurinacional, que puede ser la
justa demanda de los pueblos, pero cuando es dirigido por gobiernos
neoliberales o cuando no desmoviliza a los grupos de poder, como el “grupo de
criminales” que tiene el control del Estado en Guatemala, un Estado
Plurinacional en vez de resolver la situación de los pueblos originarios, puede
contribuir a desaparecer el indio, como lo hizo el Estado colonial o el Estado Nación.
Podemos
entonces, afirmar que puede ¿el Estado Plurinacional ser la inculturización del
Estado-Nación? o que el ¿el Estado plurinacional conducido por un grupo
vanguardista puede acabar con lo queda del “indio”? Desde la experiencia ecuatoriana y boliviana,
el “Estado Plurinacional, en un formato liberal de la política”[3], puede estar más cerca del
liberalismo económico que del paradigma de los pueblos. Por que su interés sobre los pueblos seguirá
siendo desde una visión folclórica. Pero
si pensamos en una idea más radical del Estado Plurinacional, debe romper con
el liberalismo, con el neoliberalismo, porque para este modelo pensado desde
los pueblos originarios “la política y la economía no deben separarse”. Entonces tiene que ser un proyecto de todo el
país y para eso deben morir la “vanguardias individualistas”.
De tal
suerte, que un Estado Plurinacional, no debe ser gobernado por un “gobierno
centralista-elitista”, “endiosados históricos”, por lo que debe transitar de un
presidencialismo a un gobierno plurinacional, que sería más o menos una especie
de un “Consejo de Gobierno” o “el komon, molab’” de los pueblos originarios.
Cada territorio gobernado por un “gobierno autónomo”, porque no basta con el
reconocimiento de diferentes modos de democracia (democracia participativa,
democracia comunitaria, etc). Un modelo
plurinacional debe cambiar el modelo económico, no es suficiente solo con el
reconocimiento del mal llamado “Buen Vivir”, sino, “el paradigma de los
pueblos” que es más que el simple buen vivir.
De hecho, esta nueva ola de progresismos en
América Latina, para que sean creíbles por los pueblos originarios, deben
superar todas sus taras o al menos algunas de ellas, que heredaron del
Estado-colonial, como, por ejemplo, la idea de “pensar a los indios” y no dejas
que “los indios se piensen a sí mismos”. Deben entender que los pueblos de
América esperan cambios profundos, no simples parches al sistema capitalista
como lo que intentaron en la primera ola progresista, que implica tener el
paradigma de los pueblos, solo reconocidos como derechos culturales o derechos
colectivos, porque este debe ser el nuevo paradigma para el nuevo Estado. El
reto también está no en la integración, ni la inclusión, sino en la
complementación de pensamientos y sueños, de tal forma que los cambios deben
pensarse en clave de; feminismo, decolonial, ecologista, socialista, étnico,
clase y sobre todo de pueblo. Dejar por
un lado conceptos como desarrollo, progreso, producción, mercado, entre
otros. Para que sea verdaderamente el
Estado Plurinacional pensado desde las epistemologías originarias, este debe
cambiar de rumbo, cambiar de paradigma, cambiar de modelo, cambiar de sistema,
cambiar todo a profundidad, sino será siempre folklore o maquillaje del
Estado-Colonial.
[1] Kajkoj Máximo Ba Tiul, antropólogo, filósofo, teólogo, investigador
[2]https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-61907976?fbclid=IwAR2iJXfKK-za4LqKdPqMbLBx3n6YO0Et9gX3PqKx59PmfJkKSElh3Wff3zQ, visto última vez el 29 de junio de 2002.
[3] https://rebelion.org/el-levantamiento-del-inti-raymi-de-junio-22-el-retorno-de-los-guerreros-y-guerreras-del-arcoiris/, visto última vez el 11 de julio de 2022
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